La tortuga mora o Testudo graeca presente en España llega a medir unos 18 cm. Su caparazón es abombado y de tonos amarillentos a verde oliva, aunque algunos ejemplares presentan un caparazón casi negro. Las placas que forman este caparazón suelen tener los bordes negros y una mancha negra en su interior.

Algo característico de la tortuga mora y que la distingue de la tortuga mediterránea es que la placa supracaudal (la que está encima de la cola) no está dividida.

El peto, llamado en las tortugas “plastrón”, es amarillo con manchas negras, que se notan más en los individuos jóvenes que en los adultos, y las escamas son mayores que las de la espalda.

Su cabeza es amarilla con manchas negras que pueden extenderse hasta casi cubrirla. Tiene los ojos saltones como los de las ranas, lo que también sirve para distinguirla de otras especies.